Gracias a Juan Felipe Carrasco por adelantarnos esta noticia:
Agricultores y ecologistas demuestran que, además de las posibles consecuencias para la salud y el medio ambiente, el algodón modificado genéticamente no resulta rentable
El martes Greenpeace y COAG (organización que aglutina a la inmensa mayoría de los productores de algodón), dejaron muy clara en Sevilla su oposición al Algodón transgénico. Esto ocurrió con motivo de la presentación de un nuevo informe de Greenpeace ¿Qué cosecha de Algodón? en el que se demuestra que en la India (30% de la producción mundial de algodón) el algodón transgénico no supone mayores beneficios para los productores sino todo lo contrario.
Basándose en el ejemplo de la mayor región productora de algodón en la India, el algodón modificado genéticamente (MG) resulta finalmente más costoso para los agricultores. Quienes cultivan algodón transgénico se enfrentan a grandes deudas y tienen elevados costes del cultivo, lo que les hace más vulnerables a las crisis financieras. El trabajo revela que la deuda acumulada de los agricultores de algodón transgénico es un 65% mayor en las campañas 2008-09 y 2009-10 que la de aquellos que optaron por algodón ecológico. La situación es tan dramática, que el Gobierno indio lanzó en 2008 un paquete de medidas para cinco años por un valor de 200.000 millones de rupias –3.600 millones de euros– para apoyar a los agricultores con problemas.
Y ello a pesar de lo que determinadas organizaciones como ASAJA o la UPA afirman sin pruebas y demagógicamente (por ejemplo, presentando manifiestos conjuntos con las multinacionales del sector agrobiotecnológico y de sus socios industriales). Pero desde la organización que representa realmente a la mayoría de los algodoneros, COAG en Andalucía, se afirma: “con el algodón transgénico las cuentas no salen. Las voces que defienden su rentabilidad están haciendo demagogia, sin aportar datos rigurosos. Quienes nos acusan de anacrónicos o de oponernos al progreso sólo venden humo y no presentan números convincentes, porque con el transgénico las cuentas sólo le salen a Monsanto”.
Recordemos que la grave crisis del sector fue provocada por la reforma propiciada por la Comisión Europea en 2006. Están en juego miles de familias, la economía de decenas de pueblos y un millón de jornales ... esto no se solucionará con los transgénicos, que profundizarán en los mismos problemas, sino con políticas de apoyo público y con técnicas sostenibles. Desde Greenpeace y COAG seguiremos defendiendo el algodón ... creemos y queremos un cultivo rentable y ecológicamente viable.
Os animamos a leer y difundir el informe.
¿que cosecha de algodón?
Un saludo,
Juan-Felipe Carrasco
Greenpeace
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